La División Azul
Una vez que Alemania lanza la Operación Barbarossa contra la Unión Soviética, en España se organiza un cuerpo de voluntarios que operaría con uniforme alemán y con oficiales españoles, todos bajo el mando del Grupo de Ejércitos Norte del General von Leeb. Sólo la camisa azul original, fue utilizada por los españoles, sobresaliendo el cuello de la guerrera alemana y por esa razón fue bautizada como División Azul.
La División Azul llega a Alemania por tren y se le designa como la 250 División de la Wehrmacht, bajo el mando del General Agustín Muñoz Grandes iniciando un rápido entrenamiento en Baviera.
La fuerza fue equipada con armamento alemán regular, que incluye las armas de mano y armamento pesado de anticarro, morteros y obuses, tal cual fueron equipadas todas las fuerzas de infantería alemanas. El transporte principal fue realizado con tracción animal, como solía hacerse en el Frente del Este . Los efectivos totales contaron 17.900 hombres, 5610 caballos y 765 vehículos, cuadros que incluyeron exploradores, médicos, enfermeras, zapadores, policía militar, correo etc.
Al alcanzar los niveles de operatividad necesarios, se les ordenó dirigirse desde Treuburg Suwalki-Grodno en Polonia, hasta Vitebsk en Rusia, recorrido de unos 1000 Km que, como parte del entrenamiento, lo realizan a pie durante 40 días. Durante esa caminata se registraron las primeras bajas debido a las minas.
Inmediatamente fueron enviados a orillas del río Volchov, al sur de Leningrado, donde reemplazan a la 126 División alemana. Se desplegaron en el frente el día 12 de Octubre de 1941, iniciando las operaciones una semana después. Su primera misión fue establecer una cabeza de puente en el río Volchov, misión que cumplieron pese a las importantes bajas sufridas. En esas posiciones se mantuvieron hasta fines de año, cuando ocuparon Smeiko y posteriormente, Sitno, Tigoda, Dubrowka, Nititkino y Otenski.
Los primeros días del año 1945, los alemanes fueron embolsados en el lago Ilmen y para su rescate fue creada una compañía de esquiadores de 200 hombres de la División Azul, que tienen como misión romper el cerco y liberar a las tropas alemanas. La misión fue cumplida tras una caminata de 30 km con temperaturas de 50 grados bajo cero. La fuerza española quedó diezmada, con sólo 12 supervivientes, los cuales fueron condecorados por su valerosa acción.
Uno de los episodios más macabros de la campaña ocurrió en la Navidad de 1941, cuando las posiciones mantenidas por una compañía de granaderos españoles en Lubkovo fueron sorpresivamente rebasados por las fuerzas soviéticas. Las tropas de relevo encontraron los cuerpos mutilados del pelotón mandado por el Alférez Moscoso, quienes fueron crucificados con picos y sus propias bayonetas en el suelo helado del lago. Poco después la División Azul cobró revancha con dos compañías del 262 Regimiento de Infantería, que dejó el congelado lago Volkhov sembrado con los cadáveres de todo un batallón soviético.
Los primeros relevos llegaron en Mayo de 1942 y fueron trasladados al frente de Leningrado con el fin de participar en el asalto a la ciudad, pero la operación fue suspendida. Las tropas españolas tomaronn posiciones defensivas en los alrededores de Pushkin, donde sufrieron considerables bajas por parte de la artillería rusa y los franco tiradores. Para fines de año fue relevado el mando de la división, con el nombramiento del General Emilio Infantes.
Para el mes de Enero de 1943 , la división fue transferida al sector de Posselok, donde las fuerzas alemanas fueron diezmadas. En Krni Bor después de un ataque artillero de ablandamiento que causó miles de bajas entre los españoles, lograron detener el avance ruso. Varios cientos caen prisioneros de los soviéticos y parten rumbo a los campos de concentración en Siberia.
En Octubre de 1943 se ordenó el regreso de la División Azul, pero quedando una fuerza de 1800 hombres que formaron la Legión Azul. Estos últimos contingentes fueron finalmente repatriados en Marzo de 1944.
2ª Guerra Mundial y División Azul en el Wolchov
(...) La legión azul se desplegó dentro de la división 121 para resistir la ofensiva con que el Stavka pensaba liberar por fin Leningrado. Al mando de Miertskof y govorof, los soviéticos habían acumulado allí 21600 cañones, 1500 órganos de Stalin, 1475 carros de combate y cañones autopropulsados y 1500 aviones, con 1241000soldados. La whermacht oponía 741000 soldados, 10000 cañones,385 carros y 370 aviones. El 14 de enero de 1944 la apisonadora soviética rompio el frente y empujo a sus enemigos. El día 20 la legión, luego de una marcha nocturna por los bosques y ciénagas para socorrer al nudo ferroviario de Liuban “era un caos. Trineos volcados , vehículos abandonados, depósitos de suministros ardiendo y tropas auxiliares en retirada revelaban la magnitud del desastre. La artillería soviética tenia enfilada la ciudad y partisanos organizados rondaban por las ruinas y las carreteras, y volaban las líneas férreas”. Los partisanos volaron 300 puentes y descarrilaron 133 convoyes en la zona. El 27, la radio soviética anuncio el fin del asedio a Leningrado tras 900 dias de resistencia. Habían muerto, oficialmente , 670000 personas , en su mayoría por hambre y frio, otros cálculos elevan las victimas por encima del millón: mas del triple, solo en aquella ciudad, de todas las muertes violentas del a guerra de España, y en el mismo tiempo.
Después de una semana de marchas y combates constantes, sin probar comida caliente, la legión emprendió una retirada de ciento cuarenta Kilómetros hostigada por la artilleria, la aviación y los guerrilleros. A fin de mes llego a Luga, a tal punto que el jefe alemán Grasser, ordeno para ella unos días de descanso en Estonia, pese a necesitar cualquier fuerza posible en la desesperada situación de Luga. Hacia Estonia también avanzaba inexorable el rodillo soviético.
La ofensiva se combinaba con otra aun mayor en el frente sur, que tomo los rasgos de Blitzkrieg contra los inventores del método. El stavka intento atenazar, una vez mas, al grupo mde ejercitos sur de Ucrania. El 8 de febrero, Malnowski, otro veterano de la guerra de España, conquisto Nikopol con sus minas de manganeso que Hitler había estimado indispensables. Los rusos aplastaban los frentes, perseguían sin respiro a sus enemigos y frustraban sus audaces pero ya demasiados débiles sus contraofensivas.
Aquellas ciudades ya habían sufrido la táctica de tierra quemada en la retirada soviética de 1941 y volvían sufrirla en la retirada alemana:”Pueblos destruidos, escombros y restos de incendios señalaban nuestro camino. Detrás de nosotros llameaban las ultimas casas, los incendios forestales brillaban en el horizonte, se volaban depósitos de munición y balas luminosas, granadas, y minas se elevaban hacia el cielo nocturno como unos atronadores fuegos artificiales. Junto a Nosotros se movían columnas extrañas, a veces la población de pueblos desalojados, con carros y ganado o cargando enseres a la espalda. Ancianas, mujeres jóvenes, niños, embarazadas, hombres solos, descalzos , con los zapatos destrozados y los pies envueltos en tela de saco. Una cola interminable por delante y por detrás de nosotros se movía incesantemente hacia el oeste. En algunos lugares ya ardía el bosque, los últimos diques contra los rusos vencedores. Empezó a llover y ya no dejo de hacerlo. Marchamos, marchamos. Acabo el día. La noche cayo sobre las carreteras embarradas intransitables. Seguimos marchando”. Anota el soldado alemán Willi peter Reese.
Masas de población seguían a los germanos en su retirada pues preferían estar con ellos antes que con los soviéticos, por nacionalismo o por apego a la administración teutona, mucho mas eficaz y previsible. Nacieron guerrillas antisovieticas en Ucrania y países bálticos. El NKVD iba a tener una tarea enorme causando innumerables victimas en la población civil mas o menos liberada y años después de la guerra, luchando contra los partisanos contrarios al comunismo.
Los guerrilleros soviéticos cortaban los suministros y llevaban el hambre a unas tropas ya extenuadas por el frio y el esfuerzo, si bien el desorden permitía algún saqueos de depósitos:”Nos llevamos cajas con azúcar, vino, conservas y carne, asábamos y cocinábamos, escribíamos cartas que no podíamos enviar y empinábamos el codo hasta bien entrada la noche. Nos sumergimos en la embriaguez como condenados a muerte, bebimos y bailamos, hablamos de ciencias y de erotismo con voz de borrachos. Nos pusimos enfermos por las bebidas baratas y el consumo excesivo de grasas, pero seguimos con el festejo, pronunciamos discursos grotescos sobre la guerra y la paz. Hicimos que una prisionera rusa bailara desnuda y pintamos sus pechos con grasa de las botas, la emborrachamos tanto como lo estábamos nosotros...”
Aumentaban las bajas:”Comprendí... Los gritos de horror y desesperación que había oído durante los combates , las letras de los cantos de la marcha, que solían hablar del soldado moribundo cubierto de gloria, adquirían de repente una resonancia grave y terrible”comenta el soldado Guy sajer .Y la acción guerrillera “Alcanzando proporcione inimaginables en un país que en principio se hallaba bajo nuestro control, aquellos grupos se dedicaron, a hacer mas desesperante aun nuestra desesperante retirada. Emboscadas relámpago, minas, obuses con trampa, cadáveres de nuestros hombres de nuestros puestos interiores, mutilados y luego cargados de explosivos, ataques a los convoyes de aprovisionamiento, a los grupos aislados y a los puntos de enlace, horribles amputaciones a los prisioneros.”A la despiadada crueldad todavía añade mas; “La whermacht cede a la potencia de un enemigo incomparablemente mas fuerte .La retirada no brinda ya descanso a las tropas superadas, extenuadas...las partidas asesinan o arrastran a los jóvenes ucranianos antaño tan respetuosos con la administración alemana .La guerra invisible triunfa. La guerra que ya no brinda retirada, ni calma, ni compasión” expone Guy sajer.
La estrategia del Fhurer de resistencia, tan útil a finales de 1941, quebrantaba la mayor baza de la whermacht, la movilidad. Las discrepancias al respecto llevaron al cese de Manstein y a su sustitución por Model. Al terminar el invierno, el ejercito rojo avanzaba las fronteras anteriores al pacto germano-soviético y los carpatos, alas puertas de Hungría y Rumania. Estos dos países y Finlandia hacían gestiones de espaldas al reich para negociar la paz con los soviéticos, que les exigían volverse contra sus aliados. De momento los tratos no tuvieron éxito, pero lo inimaginable empezaba a tomar forma con los alemanes. La retirada “Es como para desanimar al mas duro de los Landser. Lo se. Todo esto me lo temía ya al entrar en Rusia. Pero si perdemos la confianza y el animo todo será mas difícil ¿Dónde podemos replegarnos todavía? En el Oder. El frió nos azoto hasta lo mas profundo ¡Dios nos libre de una catástrofe semejante! –murmure Herr Hauptan (señor capitan) Wesreidau-. Preferiría morir a ver eso.” Wesreidau creía en Dios, pues su deseo se vio cumplido.
En España, las presiones de los aliados para suprimir la Legión Azul subían de tono, hasta con la pretensión de que la prensa publicase los partes de guerra soviéticos y evitase ofensas a la URRSS. El embajador de los estados unidos ,Hayes; aseguraba al ministro de asuntos exteriores Jordana que la URRSS abandonaba el comunismo a favor de la religión y la democracia, lo cual sonaba a disparate al ministro español.
El 11 de febrero de 1944 Jordana expuso al embajador alemán Dieckhoff su preocupación por las presiones aliadas. Informado, Hitler se adelanto a la previsible petición española, y el 20 de febrero anuncio que la legión seria repatriada. El 6 de Marzo el coronel García Navarro despidió a los legionarios:”Inglaterra y los Estados Unidos que no se detienen ante nada, nos obligan a volver a casa. Pero estos dos países caerán pronto victimas de sus propias acciones... . Saben muy bien... que no pueden evitar la guerra contra el comunismo. Volved a la patria con el orgulloso sentimiento de haber cumplido con vuestro deber. Hoy, en este día de pesar, llevareis los fusiles a la funerala, como en un entierro”. No fue el final completo de la intervención Española, pues contra los deseos del gobierno y la amenaza de perder la nacionalidad española, unos cientos de veteranos de la división azul pidieron a la embajada alemana volver a combatir cruzaron la frontera francesa y se alistaron en las Waffen SS.
Poco después, el 26 de marzo, fue disuelta igualmente la escuadrilla azul. Había luchado durante treinta meses, con cinco relevos , en batallas como la de Moscú o la de Kursk; 5000 servicios de guerra,611 combates y 164 derribos de aviones soviéticos. Había perdido 19 pilotos, un mecánico y un interprete, mas un oficial prisionero que pasaría diez años de cautiverio.
G.R.Kleinfeld y L.A Tambs, “la división azul”
EL FUHRER HABLA SOBRE ESPAÑA
¡Montserrat! Esta palabra evoca la leyenda. Tiene su origen en el conflicto que hizo enfrentarse a los moros y a los elementos romano-germánicos.
Un bello país. Se puede situar en él el reino del Grial. (Conversaciones sobre la guerra y la paz, 1-2 enero de 1942).
Considerados como tropa, los españoles son una banda de andrajosos. Para ellos el fusil es un instrumento que no debe limpiarse nunca. Entre los españoles, los centinelas no existen más que en teoría. No ocupan sus puestos, pero si los ocupan es durmiendo. Cuando llegan los rusos, son los indígenas los que tienen que despertarlos. Pero los españoles no han cedido nunca una pulgada de terreno. No tengo idea de seres más impávidos. Apenas se protegen. Desafían a la muerte. Lo que sé es que los nuestros están siempre contentos de tener a los españoles como vecinos de sector. Si se leen los escritos de Goeben sobre los españoles, se advierte que no han cambiado desde hace cien años. Extraordinariamente valerosos, duros para las privaciones, pero ferozmente indisciplinados. (Conversaciones sobre la guerra y la paz, 4-5 enero de 1942.)
España es un país que es imposible no amar. Los españoles están repletos de grandeza y, en tiempo de guerra, ¡qué valor el suyo! No conozco a un solo alemán que opine de manera distinta. Uno de nuestros primeros jefes regionales de Hannover regresaba de España. No tenía otro deseo que el de volver allí de nuevo. Jamás he encontrado a nadie que no sienta respeto por los españoles. (Conversaciones sobre la guerra y la paz, 5 de septiembre de 1943).
En el verano de 1936 parecía España irremisiblemente perdida. Elementos internacionales avivaron allí el incendio de una revolución, cuya finalidad consistía en reducir a escombros y cenizas no sólo a España, sino a Europa. Asimismo, las democracias no anduvieron remisas en poner a disposición para este objeto armas, carburantes y los denominados voluntarios. Un destino atrozmente amenazador cerníase sobre nuestro continente. Parecían peligrar los más antiguos países portadores de la cultura europea.
Franco dio comienzo a su lucha por la salvación de España. Frente a él alzábase una conspiración que todo el mundo se encargó de fomentar. En julio de 1936 decidí acceder sin tardanza a la petición de ayuda que me dirigió este hombre y apoyarle en la misma proporción y durante el mismo tiempo que lo hiciese el resto del mundo a los enemigos internos de España.
Años enteros los periódicos británicos y franceses hicieron creer a sus lectores la impostura de que Alemania e Italia abrigaban el propósito de conquistar a España, repartírsela y, principalmente, robarle sus colonias, ideas todas que a los representantes de esos países les parecen ciertamente menos imposible que a nosotros, puesto que el robo de colonias ajenas formó parte desde tiempo inmemorial de los métodos permitidos y empleados por esas democracias.
España ha tenido que sobrellevar un espantoso destino. Vosotros, soldados de la Legión Cóndor, habéis visto la destrucción con vuestros propios ojos. Habéis presenciado, además la crueldad de esta lucha, pero también habéis conocido aun magnífico pueblo, que durante casi tres años ha luchado denodada y heroicamente por salvar su libertad, su independencia y, con ello, su existencia como nación. Y por encima de todo, habéis tenido la suerte de estar allí a las órdenes de un General que, por su propia resolución y animado de una firmísima fe en la victoria, se ha convertido en el salvador de su pueblo.
Todos nosotros albergamos en estos momentos únicamente el cordial y sincero deseo de que el noble pueblo español renazca ahora de nuevo soberbiamente bajo la genial dirección de este hombre. ¡Viva la nación española y su Caudillo Franco!. (Discurso 6-6- 1939).
Por primera vez Europa como continente está despertando, para formar un frente común... desde el Océano Glacial Ártico hasta el Mar Negro. En este espacio lucha nuestros soldados alemanes y en sus filas y junto a ellos los fineses, italianos (se inician aplausos que se prolongan sobre las palabras de Hitler), húngaros, rumanos, eslovacos (aplausos que se prolongan) croatas, españoles (Aplausos más prolongados) belgas, holandeses (Aplausos que se prolongan) daneses, noruegos y también franceses (Aplausos atronadores) que luchan en este gigantesco frente. (Discurso 3-10-1941).
Constituiría una gran injusticia no recordar en el día de hoy a aquellos que compartieron nuestros su sufrimientos. Apenas es necesario que hablemos de nuestros camaradas finlandeses... Si bien he empezado por el norte, es necesario que ahora mencione a los soldados de una división procedente del sur de Europa y que sobre el lago llmen ha realizado cuanto hubiésemos exigido de nuestros propios hombres. Cuando la División española regrese un día a su país, no podemos darle a ella y a su valeroso general otro certificado que el del reconocimiento de su fidelidad y valor hasta la muerte (Aplausos prolongados).
(Discurso 26-4- 1942).
Cerca de 1.200 españoles en total combatieron en todos los frentes, en la SS y en la
Wehrmacht, en Italia y Francia, en Berlín y Pomerania, en Yugoslavia, en Hungría y
Eslovaquia. Casi todos caerán en los postreros combates, oportunistas y
desesperados, algunos, pero la mayoría idealistas dispuestos a defender a Europa.
Desgraciadamente tras la guerra ni los divisionarios querían recordarlos ni el régimen
(afanado en congraciarse con Washington) y fueron relegados al olvido.
Conforma otro de esos desconocidos episodios de la participación de españoles en la
Cruzada contra el Comunismo durante la 2ª Guerra Mundial la aparición de una
compañía de voluntarios españoles integrados en la 28° SS-Freiwilligen-Grenadier-
Division WALLONIEN que comandaba el entonces Teniente Coronel de las Waffen-SS
Léon Degrelle.
Tras la retirada de la División Azul en 1943, y su sucesora Legión Azul en 1944, un
nutrido grupo de españoles deciden proseguir el combate contra el Comunismo en las
filas del ejército alemán. Es difícil calcular su número pero no es exagerado estimar en
cerca de medio millar el número de voluntarios. Los encontramos en varios lugares de
la geografía europea, en la Werhmacht, en los Cárpatos y los Balcanes, pero también
en las Waffen-SS (mayormente en unidades antiterroristas en Francia donde sufrieron
fuertes pérdidas). Al acercarse el final de la contienda, con la retirada de Francia ante
el avance aliado, se decide aprobar la propuesta de Degrelle de agrupar a estos
españoles en su división valona. Esta unidad se había convertido, en esos últimos
meses, en un comodín donde podían enviar los reclutadores de las Waffen-SS restos
de voluntarios rusos blancos, franceses, flamencos incluso, italianos y ahora
españoles.
El encargado de contactar con los españoles fue un belga nacionalizado español,
Antonio Alfonso Van Horembeke, que había participado en la Guerra Civil y que al
estallar la guerra contra Rusia decidió alistarse nuevamente. Combatió en las filas de
la Wallonien en Estonia y entabló contacto con Degrelle a través de un suboficial
valón, Paul Kehren, que había también estado en España durante la guerra.
· ·
Degrelle inmediatamente aceptó la idea y le encargó esta misión. Van Horembeke se
entrevistó con el SS-Ostuf. Luis García Valdajos, un vallisoletano de 26 años que
había combatido en la Guerra Civil donde ascendió hasta Teniente provisional y en la
División Azul, aunque fuera como simple recluta. García Valdajos estuvo destinado
como oficial en las compañías españolas antiterroristas durante 1944 y sin servicio
activo desde la retirada de éstas al caer Francia asignado a las oficinas centrales al
SS-Hauptamt de Berlín. En septiembre o principios de octubre de 1944 se entrevistaba
García Valdajos en el Hotel Adlon de la capital del Reich con Léon Degrelle, que le
convence para incorporarse en su división. El primero de noviembre es la fecha de
incorporación oficial a la unidad.
Junto a Kehren y Van Horembeke, García Valdajos viajarán a diversos lugares donde
había españoles dispuestos a alistarse, convirtiéndose pronto García Valdajos en el
comandante de facto de la operación de reclutamiento. En sus memorias Van
Horembeke narra que tras varios viajes a Austria alternados con otros a otros lugares
del territorio alemán, conseguimos formar dentro de la División walona una unidad casi
independiente y mandada exclusivamente por españoles. A finales de noviembre de
ese año el primer contingente de voluntarios españoles estaba dispuesto y
concentrado en los cuarteles de los valones en Breslau (la actual Wroclaw polaca).
Se trataba de cerca de un centenar de hombres, muchos de ello antiguos divisionarios
a cuyo mando estaba el SS-Ostuf García Valdajos. En las memorias del SS Sturmbannführer
belga Franz Hellebaut, que era el máximo oficial de carrera en la
división y verdadero organizador de la división, la llegada de estos españoles es
destacada, aunque no aporta nada sobre su participación. Escribe Hellebaut sobre los
españoles que a finales de 1944 el batallón del 70 vio llegar a un centenar largo de
antiguos combatientes de la División Azul que Degrelle había descubierto en Viena y
que había invitado a unirse a sus borgoñones habiendo recibido permiso para formar
una tercera compañía.
Como oficial de enlace con los mandos belgas estaba el SS-Ustuf. Rudi Bal que
comandó un tiempo una sección de la disuelta por falta de efectivos 2ª Cia y que
hablaba español al haber vivido en Argentina. Caería en combate el 6 de marzo al
frente de sus hombres. García Valdajos, que no entraría en combate y que su misión
era más de organización, no seguiría a sus hombres cuando fueron comandados al
frente a finales de enero de 1945 quedándose en Remagen, hizo que éste oficial belga
comandase de facto a los españoles las próximas semanas.
Se decidió que los españoles formarían parte del único batallón existente del 70
Regimiento de infantería SS de la división en la nomenclatura militar I/70- a cuyo
mando estaba el SS-Hstuf Robert Denie. Los efectivos españoles, dado que podían
cubrir los efectivos de una compañía (por aquella época las compañías ya se
formaban con menos de un centenar de hombres a diferencia de los 160 que se exigía
al principio de la guerra) se les incluyó en el 3° batallón.
Sin embargo, antes de entrar en combate y mientras recibían instrucción, un grupo de
voluntarios italianos - emigrantes residentes en Bélgica y trabajadores italianos en
Alemania alistados en la división de Degrelle obtuvieron permiso para viajar a Italia e
incorporarse en las Waffen-SS italianas. Junto a esta treintena de italianos una decena
de españoles al mando del SS-Oscha Camargo y el SS-Uscha Martínez también les
seguirán y servirán en la 29. Waffen Grenadier División d. Waffen-SS (Italiana nº 1) los
últimos meses de la guerra, pero esta es otra historia.
A finales de enero de 1945 los escasos efectivos de la Wallonie, apenas un regimiento
reforzado, se desplazan por tren hacia Pomerania para detener mediante una
desesperada contraofensiva el irremediable avance ruso que amenazaba con arrollar
las débiles defensas alemanas al norte de Berlín. El dos de febrero desembarcan en
Stettin (la actual Szcezin polaca), al norte de Stargard, donde se desarrollará una de
las más sangrientas batallas de la guerra con la participación de la casi totalidad de los
voluntarios europeos de las Waffen-SS. Allí se concentrarán a los holandeses, a los
flamencos, a los escandinavos de la Nordland, y a los españoles y valones además de
otros voluntarios europeos. Durante un mes largo combatirán codo a codo contra el
Comunismo en primera línea en lo que se ha denominado la batalla de Arnswalde.
A Stettin fueron llegando nuevos contingentes de españoles hasta completar la 3° Cia,
que sería íntegramente española, e incluso una sección independiente que sería
agregada a la 1° Cia del SS-Ustuf valón Albert Steiver. Desgraciadamente los
españoles llegaban sin armamento y hubo algunos con escasa preparación militar -
estima este oficial que unos 20- por lo que se estimó más conveniente devolverlos a
su origen. Las memorias inéditas de este oficial, bautizadas expresivamente Krüssow -
1945 Wallons et espagnols, nos servirán para seguir los pasos de la creación de esta
unidad. Dado que el SS-Hstuf Denie estaba ausente Steiver asumió el mando del
batallón y la misión de organizar a los españoles debiendo hacer una larga marcha de
35 kilómetros hasta Stargard para llegar a sus posiciones.
Al frente de las tres secciones que componía la unidad estaban los SS-Oscha. La
Fuente y Lorenzo Ocaña a los que no se les convalidó sus rangos de oficial en las
Waffen-SS. Como comandante en funciones de la compañía estaba el SS-Oscha
español Botet, al mismo tiempo jefe de la 1ª sección. Otros oficiales y suboficiales
españoles en esta compañía, aunque tampoco con el rango, estaba Pedro Zabala,
Cabrejas, el brigada Juan Pinar y algunos más así como Van Horembeke que
reincorporó tras cumplir su misión de recogida de voluntarios. En total calcula en sus
memorias Steiver que llegaron unos 260 hombres a Stettin, aunque parece ser una
cifra excesiva en unos momentos en que los combatientes valones en esa zona del
frente apenas si superaban el millar de hombres. Los efectivos españoles permitieron
que se constituyera una cuarta sección de españoles al mando del Sargento Abel
Ardoos. Fueron equipados con ametralladoras pesadas, caza-carros, y hasta una
cocina de campaña, algo muy apreciado por entonces.
La cuarta sección, comandada por Ardoos el cual poseía algunas nociones de francés
y alemán, fue agregada como unidad de apoyo a la 1ª Cia de Steiver durante los
combates de febrero-marzo en la batalla de Stargard, combatiendo en las líneas de
defensa de los alrededores de la ciudad. El relato del oficial valón es revelador del
coraje y bravura que mostraron los españoles en primera línea, en pleno invierno,
destruyendo tanques enemigos, con patrullas temerarias, deteniendo una y otra vez a
las fuerzas soviéticas:
Las patrullas de españoles, no siempre muy discretas y sobre todo de una temeridad
excesiva -solían ir más allá de las órdenes recibidas- tuvieron numerosos heridos y las
bajas se multiplicaban nos dice Steiver, los españoles se lanzaron al asalto en la
noche, creyendo que encontrarían a Iván dormido, pero éste, por el contrario, los
recibió con granadas y fuego de los Kalashnikov. Resultado, dos muertos - que a
duras penas pudieron traer a las líneas propias- y tres heridos graves. En otro episodio
los españoles, con los panzerfaust en mano, avanzaron contra un grupo de T-34
soviéticos destruyendo uno, alcanzando a otro y haciéndoles retirarse
El 4 de marzo se abandonaba Stargard, los últimos en proteger a las masas de civiles
en retirada y a las tropas que se replegaban, fueron los valones y españoles. 28 días
de combates, cuerpo a cuerpo, en los que los españoles estarían en determinado
momentos asignados junto a la 1ª Cia a la división SS FRUNDSBERG. Las pérdidas
de los españoles serían cercana al 90% en su corta estancia en el frente con la
Wallonie.
Una cifra que seguramente sería similar en la 3ª Cia, la española, que
estaba en la misma zona del frente. La escasa documentación que tenemos hoy sobre
los voluntarios españoles no nos permite conocer los nombres de estos caídos
españoles pero su número debió de ser elevado. Al mismo tiempo que el I/70 era
disuelto y sus últimos hombres capaces de luchar transferidos a otras unidades de la
división -que ya apenas si era un batallón reforzado- los españoles recibían la orden
de abandonar a los valones.
Los mismos oficiales valones desconocen la fecha ni las razones por la que se ordenó
la retirada de las secciones españolas de la división pero se materializó hacia primeros
de marzo aprovechando que las unidades del III Cuerpo Germánico de las SS se
replegaba hacia Berlín. De esta manera la SS Wallonie debió ceder de sus mermadas
unidades a los españoles que se encaminaron hacia la capital del Reich donde
participarían muchos de ellos en la última batalla defendiendo el bunker de la
Cancillería, también junto a centenares de otros voluntarios europeos encuadrados en
el mítico SS Einsatzgruppe Ezquerra.
León Degrelle apenas si hizo mención pública de la participación de estos españoles
en su unidad, y cuando lo hizo siempre intentó ensalzar su participación, incluso si ello
no fuera absolutamente correcto desde un punto de vista histórico. Una de estas
ocasiones la encontramos en una entrevista concedida en 1969 al Diario madrileño
Arriba; donde ante la pregunta sobre si tuvo españoles bajo su mando respondió:
Mandé un grupo al final de la guerra. Unos mil. Hice un batallón y les mandé hasta el
último día de la guerra.
El día que se acabó la guerra les mandé en dirección a los americanos, siguiendo el
curso del río Wesser. No se que fue de ellos. Algunos se debieron perder en la
bifurcación a Berlín. Lo que sí sé es que el día que murió Hitler había españoles en el
búnker.
No todos los españoles de la Wallonie fueron apartados de la unidad, algunos
desperdigados en los pelotones de la misma combatirían hasta el final, en mayo, bajo
las banderas de los borgoñones.
Con ellos finalizaba una epopeya que merece constar en los anales de la historia
militar española y que nos muestra una vez más la hermandad de armas entre
españoles y valones, el vínculo de sangre que unía a Degrelle con España. Cuando
todos traicionaban sus ideales unos pocos combatían contra unas fuerzas superiores,
como Degrelle y sus borgoñones España también estuvo presente en este combate
final por la Libertad de Europa. Su divisa, como la del cerca del medio millón de
voluntarios europeos de las Waffen-SS, fue: "Nuestro honor se llama fidelidad".
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y por ultimo este documental:
http://cineveo.com/cine-veo/documental-online-division-azul/
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